Conforme los avances tecnológicos se abren paso rumbo a los años 2000 y se hace necesario responder a los desafíos del nuevo siglo XXI, la industria del comercio, adopta cada día más, un enfoque sistémico para comprender los efectos de la implantación de mejoras en sus diversos procesos que constituyen elementos clave de su sistema global en la comercialización de bienes y servicios.
La industria del comercio ya comprendió que el Reaprovisionamiento Eficiente (RE) es una práctica que debe adaptarse y que sus actividades deben medirse y costearse en forma precisa buscando la efectividad, a través de indicadores objetivos que muestren la eficacia y eficiencia de los procesos involucrados. Aparte de los avances logrados en: reaprovisionamiento continuo, reingeniería de la cadena de suministros, procesos de pedidos, etc., etc., es necesario adoptar modelos de gestión y de indicadores compartidos entre fabricantes y distribuidores. En la época actual ya se hace imprescindible la medición de indicadores que de forma directa, afectan la posición competitiva de la empresa y el retorno sobre la inversión de los accionistas.
El mecanismo de medición de resultados requiere de consideraciones previas antes de entrar al modelo de "Costo Basado en Actividades (ABC)".
El objetivo de ésta tarea, es lograr el consenso sobre el procedimiento de medición e intercambio de información relativa a los indicadores compartidos.
Uno de los aspectos clave para el éxito de la implantación de las mejores prácticas (Reaprovisionamiento Eficiente), es la medida de la eficacia y la eficiencia de los procesos involucrados.
Las organizaciones deberán dotarse de las infraestructuras y recursos humanos que proporcionen los niveles de referencia necesarios para la implantación y seguimiento de las mejores prácticas.
Fabricantes y distribuidores deben llegar a un acuerdo sobre los procedimientos de medición de resultados mediante la utilización de los indicadores clave, contemplando:
Determinación de las actividades a medir.
Para lograr el éxito de las mejores prácticas del Reaprovisionamiento Eficiente (RE), es necesario disponer de una comunicación fluida entre fabricantes y distribuidores:
Una vez analizada la Cadena de Valor de Fabricantes, Operadores Logísticos y Distribuidores es necesario encontrar un modelo que sea capaz de profundizar en las actividades identificadas, evaluando en cada una de ellas su rentabilidad, así como la de los distintos objetos de costo, a ellas asociados. En este sentido, el análisis de Costo Basado en Actividades (ABC)...
El ABC no es un nuevo método de contabilidad financiera ni pretende reemplazarla, sino simplemente utilizar las cifras obtenidas de ella, para realizar un análisis complementario.
Un análisis comparativo entre la Contabilidad General y la Basada en Actividades indica que los nuevos modelos son más representativos y, por tanto, más indicados para los procesos de toma de decisiones de la Gerencia.
El modelo ABC utiliza un proceso en dos etapas para asignar costos a los objetos:
Se obtiene el costo de los recursos de la empresa a partir de los datos de la contabilidad general. Posteriormente, se procede a la agrupación de aquellos conceptos de costo con comportamiento homogéneo, en bolsas de costo.
Aplica el mismo procedimiento descrito para el fabricante en Paso 1.
Dado que las actividades que realizan tanto el fabricante como el distribuidor consumen recursos de la empresa, es necesario identificar los factores que miden dicho empleo de recursos, para conocer el costo de las actividades.
En primer lugar, hay que señalar aquellas actividades y sub-actividades críticas que son realizadas por la empresa.
A continuación, atendiendo a la utilización de cada recurso, se calcula qué parte de su costo se imputa a las distintas sub-actividades.
El costo de cada sub-actividad se obtiene por la adición del costo de todos y cada uno de los recursos utilizados para llevarla a cabo.
El trasvase del costo de las actividades hasta los objetos de costo, se efectúa mediante el uso de los generadores de costo. Cuando dos o más actividades, o varias sub-actividades dentro de una misma actividad, poseen un mismo generador de costo, conviene agruparlas para simplificar el proceso de cálculo.
La forma de obtener el costo de los productos con el modelo ABC es por medio del conocimiento de las actividades que se precisan para su fabricación o distribución.
La forma de obtener el costo de los productos con el modelo ABC es a través del conocimiento de las actividades que se precisan para su obtención o distribución.
El costo imputable a cada producto, resultará de la agregación del costo de las actividades necesarias para producirlo o distribuirlo, según consideremos la actividad de un fabricante o la de un distribuidor/operador logística.
La contabilidad tradicional tiende a imputar los costos en función de criterios más o menos arbitrarios, como por ejemplo el volumen de ventas, la distribución porcentual, etc.
El análisis de rentabilidad de los productos considerando los costos proporcionados por un sistema ABC, arroja resultados muy diferentes a los que se obtienen utilizando los métodos tradicionales. Por ejemplo, el fabricante pierde mucho dinero con el producto "C" y su producto más rentable es el "B", mientras que la contabilidad en toda la gama de productos, por consiguiente no se detectan los productos que son subsidiarios por otros y, las decisiones son equivocadas en función de rentabilidad.
El modelo ABC aplicado a la cadena de valor, proporciona una información más precisa para la toma de decisiones posicionando mejor a la empresa, desde el punto de vista estratégico para competir en el mercado.